Nunca imaginé que algo tan simple como un tanque de agua averiado terminaría por ponerme en una situación tan absurda. Trabajo en Shougang Hierro Perú, una empresa donde, como en cualquier lugar, uno espera ser tratado con justicia y respeto. Sin embargo, un malentendido casi me convierte en criminal a los ojos de todos.
Todo comenzó cuando el tanque de agua en el techo de mi casa
empezó a tener una fuga importante. El tubo de desfogue soltaba agua a
raudales, y para evitar que la casa se inundara, la empresa envió a unos
trabajadores para colocar recipientes y recoger el agua. Usaron unos ladrillos
para sostener esos recipientes, y después de la reparación, simplemente se
llevaron los baldes, dejando los ladrillos en su lugar, como una especie de
cerca improvisada.
Con el tiempo, esa pequeña área empezó a llenarse de plantas
silvestres, de esas que crecen solas cuando uno menos se lo espera. En medio de
esa maleza, algún vecino —no sé si por ignorancia o mala intención— decidió
acusarme de estar cultivando marihuana en mi propio jardín.
Nunca me entere del día que se desató el escándalo, si no días
después por un amigo, ese día yo estaba
tranquilo, jugando fulbito con mis amigos en el club de empleados. De repente,
comenzaron a llegar llamadas, rumores extraños, hasta que alguien me dijo que
la policía había rodeado mi casa. No podía creerlo. Me contaron que era una una
escena surrealista: patrulleros estacionados frente a mi casa, policías tomando
fotos, y hasta un fiscal dirigiendo la "operación". Me acusaban de
haber sembrado marihuana.
No tuve que explicar lo ocurrido, por que como les comento
me entere después de todo, seguro que si estaba presente en ese momento nadie hubiera
querido escuchar razones. Era como si ya me hubieran juzgado. Afortunadamente,
después de revisar las plantas, se dieron cuenta de que no era más que maleza
común, de esa que crece sola en cualquier jardín descuidado. Ni siquiera
tuvieron la cortesía de ofrecerme una disculpa por todo ese hecho bochornoso en
el cual felizmente no estuve presente
No quise denunciar ni armar un escándalo, a pesar de que
tenía derecho. A veces, uno prefiere dejar las cosas así, sobre todo cuando
sabe que la lucha puede ser más cansada que justa.
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