Estoy muy seguro de quienes están comenzando a leer este post se enteraron en algún medio de la gran cantidad de casos en que un médico por descuido olvido gasas o incluso un bisturí dentro del cuerpo un paciente después de practicarle una operación.
Por supuesto que la reacción inmediata de quienes no somos parte de esa situación o experiencia por llamarlo de alguna forma seria una sorpresa monumental, inmediatamente diríamos "como pudo suceder" definitivamente se cuestionara al médico de negligencia por no actuar en base a la diligencia exigida.
Existe más de un protocolo a seguir con el fin de evitar estas situaciones que no son nada agradables para el paciente, existen múltiples casos basta googlear y buscar "olvido de material quirúrgico en el cuerpo del paciente" y verán los resultados.
Hay leyes que contemplan estos casos y con el asesoramiento de un abogado se puede iniciar una demanda, donde el paciente puede pedir indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Pero se preguntaran que me indujo a escribir este post, felizmente no soy doctor, trabajo muchos años en el área de informática y hace algún tiempo me incorporaron al área de Soporte Técnico no soy un especialista en el tema poco a poco voy introduciéndome en este campo, es por ello que en reiteradas ocasiones recurro a la experiencia de mis compañeros que no necesariamente son mayores que yo, en más de una ocasión después de armar un ordenador me sobran algunos tornillos.
Una mañana tenía que armar una computadora que había sido desensamblada el día anterior para probar algunos componentes, al final de realizar la labor regrese a mi escritorio y advertí que no llevaba mis lentes, los busque por toda la oficina y los lugares donde había estado trabajando y el resultado fue infructuoso no pude encontrarlos y tuve que resignarme a tener que adquirir otros.
Cuando ya había dado por perdido los lentes en horas de la tarde recibí un mensaje por WhatsApp de mi compañero con una fotografía adjunta donde se podía apreciar que los benditos lentes estaban, dentro del computador que había armado y que él estaba revisando para extraer un disco duro, imagínense si mi compañero no realizaba esa labor mis lentes hubieran ido a parar a cualquier oficina de la empresa incluso al almacén si el equipo se daba de baja.
Me pareció muy gracioso no solo a mi sino a todos en la oficina, claro que no sería gracioso si yo fuera un doctor que olvida gasas o un bisturí dentro del cuerpo de un paciente por eso titule este post "Felizmente no soy un Doctor"
No hay comentarios:
Publicar un comentario