Recuerdo dos
episodios especiales de niño junto a mi madre donde ella mostro una atención
particular por mí, no digo que nunca lo
haya tenido solo lo menciono, pues siempre sentí que ella tenía algunas evidentes preferencias con mis hermanos nunca
me he sentido contrariado por ello
es simplemente mi punto de vista,
pero creo que es muy cierto aquello de lo del
hijo sándwich, tema que escribí en un artículo anterior.
corría el año 1973 cursaba segundo año de primaria (hoy
tercer grado) asistí a mi aula sin cumplir un trabajo pegar cartulina en forma
de globos y forrarlos con papel lustre, era el único del salón que no había
cumplido con la tarea, sencillamente no pedí que me compraron el material, la
profesora me saco del aula diciéndome que no ingresaría si no traía el trabajo
regrese a casa que no era nada cerca quizás 15 cuadras, le comente la situación
a mi madre y en cuestión de minutos compro los materiales y realizo la tarea
que me permitió regresar a mi escuela, lo recuerdo clarísimo sentí una
satisfacción enorme, todo lo hizo rápido
que le dije a la profesora que el trabajo solo lo había olvidado.
1979 cursaba tercero de secundaria, deseaba tener aquella
casaca azul con franjas blancas, así eran los modelo en aquel entonces de las
selecciones que habían asistido al mundial de argentina 78, me prometió
comprármela, pero mientras buscábamos en las bazares de ropas en el distrito de
surquillo, el precio excedía en 40 soles al presupuesto mi mama, ya casi
desilusionados de no poder adquirirla,
milagrosamente mi progenitora se encontró 50 soles en la acera, no imagine que
lo invertiría en la casaca, no sabría decirlo porque, pero su reacción
inmediata fue decir "ahora si nos alcanza para la casaca" y me la
compro.
Es cierto que mi mama
estuvo junto a mí en situaciones más difíciles, cuando me operaron del
apéndice, cuando caí en un rompeolas, muchas situaciones sumamente complicadísimas en realidad, pero estas dos
anécdotas las tengo registrada en mi mente como si hubiese sido lo máximo que
hizo mi mama por mí.
Sera que de niño uno valora más el cariño? por que cuando
nos hacemos adultos ellas siguen siempre pendientes de nosotros, lo que sucede
es que no lo advertimos, no escribo esto porque sea el día de la madre ni por
que tenga un sentimiento de culpa, lo que sucede es que ahora ya no la
frecuento, pues trabajo en provincia y son contadas las veces al año que la
puedo visitar.
En mi próximo encuentro con ella, me comprare una casaca
azul con franjas blancas y llevare cartulina, papel lustre, tijeras y goma,
para confeccionar globitos de colores, algo simbólico de mis recuerdos de niño
con ella.