Sus Primeros Añitos |
Es muy cierto que cuando uno va a ser padre, es la madre quien llevara al bebe en el vientre durante el tiempo de la gestación, pero como padres también iniciamos la cuenta regresiva de esos nueve meses de espera, y cuando por fin llega el día , no sabemos cómo reaccionar al tener en nuestros brazos a un pedacito de nosotros, que Dios, nos envió con su infinita bondad, algo nuestro, alguien que como padres debemos cuidar, no por un determinado tiempo sino para toda la vida
Así llego mi katy de quien con muchas ansias esperamos sus primeras frases, papa o mama, fuimos testigos de sus primeros pasos, hasta esperamos con mucha impaciencia ya no escogerle sus juguetes, si no que ella misma los elija cuando de puntitas se paraba señalando con su dedito algún juguete en la vitrina de alguna tienda.
Luego llego el día ,el momento de suprema felicidad, nuestra hija por primera vez se iba a la escuela, con su característico mandil verdecito, recuerdo nuestra preocupación cuando por primera vez la dejamos sola observando con un nudo en la garganta como abordaba su movilidad escolar, unos años después gozamos y celebramos sus triunfos, cuando fue elegida alcaldesa escolar, luego sus primeros lugares en canto, en declamación, así iba subiendo de grados, compartiendo ya con nosotros sus ideas, sus dudas y todos los momentos felices de su niñez.
Pero casi de improviso nos dimos cuentas que la bebé ya no era una bebe, era ahora una niña que a grandes pasos estaba dejando de serlo, se transformo en una adolescente, y es allí donde tuvimos que orientarla aun con mucho mas dedicación, pues de manera casi inmediata, llegaron los últimos años de sus estudios secundarios, alegría por supuesto, fiestas y viajes de promoción, la ultima navidad escolar para ella junto a su familia... y luego partir a buscar su futuro a dejar el nido que hasta entonces la había cobijado con amor, dedicación y esmero.
Nos confunde la idea de ver cómo ha crecido, que llego el momento en que tiene que independizarse nos preocupa en demasía, porque todos los padres nunca dejamos de verlos como niños, aunque ya no lo sean, lo cierto es que aun necesitan, mucho de nosotros.
Cuando mi hija partió, de nuestra localidad a iniciar sus estudios en Lima era imposible evitar el sentimiento de vacío, melancolía, añoranza porque muchas cosas cambian y aunque estoy a lado de mi Josean como llamo a mi segundo hijo sigo extrañando a la que dejó el nido y voló en busca de forjarse un camino en la vida.
Junto a Josean de niños |
La rutina cambio, ya no tengo que levantarla por las mañanas para que vaya a la escuela, ni apurarla en que se aliste ,se terminaron los juegos, ya no hay a quien esperar por las tardes cuando salía a hacer algún trabajo o simplemente a pasear con sus compañeras.
Claro que es triste, Sí lo es, porque es inevitable extrañarla, quiero verla muy seguido, porque me cuesta aceptar la separación, me cuesta creer que su crecimiento y maduración son procesos normales, por los que alguna vez, nosotros también pasamos.
Muchas personas manifiestan que es el momento de pensar en nosotros, dedicar ese tiempo que antes no tuvimos en nosotros mismos, yo no comparto esa premisa, es cierto que uno también debe pensar en si mismo, pero creo que aun yo debo dedicarme a ella, así que esa frase de hacer lo que antes no pudimos hacer porque le dedicábamos nuestra vida a nuestros hijos, no la comparto
Cuando queremos realizar algo simplemente hay que embarcarse hay que hacerlo, hoy más que nunca tengo muchas metas y objetivos que cumplir, y es allí donde están incluidos mi hijos, claro admito que mi hija ya no es una niña, pero acaso no me necesita incluso mucho más que antes?
Ayer se me acerco mi hijo quien también extraña mucho a su hermana y con su clásica mirada entre rebelde y melancólica me dijo:, Papa porque tienes cerrado el cuarto de katy? no lo sé hijo! replique.
cuando mi hijo se quedo dormido fui muy tarde a abrir la puerta del cuarto de katy pues ella se quedaba hasta muy tarde despierta, Josean tenia razón, equivocadamente la mantuve cerrada, entre y luego de observar su cómoda su espejo, unos ositos de peluche y algunas prendas que aún quedan en su armario, incluyendo su casaca escolar, créanme que claramente pude apreciar en su cama la imagen de ella, junto a su laptop mirándome con aquella singular sonrisa de la bebe que eternamente será para mí.
Esto recién empieza hijita!
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