Era una tarde del verano del año 1990 se iniciabala última década del siglo XX mientras en las estaciones de radio sonaba fuerte la música de Oasis con los gallagher y de Nirvana con la inconfundible voz kurt Cobain, yo estaba sin querer aprendiendo a escuchar otro género musical gracias a un amigo que lo único que llevaba en su auto era salsa, allí conocí después a wily Gonzales, Luis enrique, al grupo Niche y otros intérpretes de salsa de esa época.
Casualmente con este amigo tuvimos una experiencia propia de aquellos años convulsionados que le toco vivir a nuestro país, el llego a mi casa junto a otro compañero cerca del mediodia, era una Domingo que presentaba un sol esplendoroso, y antes del saludo correspondiente, sus primeras frases fueron, "Como es Velita hace solcito" claro indicador que lo que querían era refrescarse con un par de cervezas bien heladas.
Les propuse llevarlos a un lugar donde yo concurría periódicamente desde que era un adolescente, después de enfundarme un polo que llevaba la silueta de Paul McCartney entre bromas y risas salimos entonando un tema de Willie Gonzales que sonaba en la antigua cassetera del auto de mi amigo..." Poder tocar tu mano estar siempre a tu lado..."
Al llegar al lugar mencionado, ordenamos algo de comer y unas cervezas, la conversación de ese entonces se centraba en lo que sería el mundial de futbol de Italia 90 evento donde nuestro seleccionado no asistiría por segunda vez consecutiva.
Cuando íbamos ya quizás por la media docena de cervezas, llego un grupo de personas quienes se instalaron en una mesa contigua a la nuestra, dos hombres y una mujer de mediana edad, llevaban unos rostros serios y rigidos vestían camiseta de Alianza Lima y también unas grandes mochilas, tan grandes,que lo que llevaban de seguro no eran implementos deportivos, pidieron una cerveza... Uno de mi amigos me dijo: mira esos se creen de Alianza, ja! serán del Alianza Atlético...luego del sarcástico comentario uno de ellos el personaje aparentemente de mas edad y de marcados rasgos andinos, volteo y fijo su mirada en direccion nuestra, una mirada amenazante y penetrante que connotaba una feroz agresividad, no necesito mencionar ninguna frase para infundir temor, lo único que atinamos a hacer fue guardar silencio...
Luego de ello las personas pagaron su única cerveza alzaron sus mochilas y salieron de manera misteriosa en dirección a la comisaria que estaba ubicada a media cuadra, lo que vino después fue terrible, recuerdo el estruendo de una explosión, y la ráfaga de disparos que esta gente hizo a los guardias que se encontraban custodiando el puesto policial, mis amigos se agazaparon bajo la mesa, yo en mi estúpida curiosidad, salí a observar lo que sucedia y pude apreciar como a sangre fría asesinaban a un policía cuando este habia caido al suelo, luego del perpetrar el salvaje ataque, corrieron con sus armas a una camioneta que los esperaba para luego perderse por las calles del lugar.
El cuadro era critico llegaron muchas unidades policiales, nosotros confundidos por la humareda de la explosion el ruido de las sirenas y el bullicio de la gente salimos del lugar de manera inmediata, en ese momento ver a alguna persona con la camiseta de Alianza nos recordaba el momento y nos invadia un temor entendible, estábamos en el cono sur de Lima y con la finalidad de ir lo mas lejos del lugar, terminamos en el Callao fue una de las incontables amargas y tristes experiencias que nos toco vivir los peruanos en aquella época tan convulsionada que esperemos nunca más se vuelva a repetir.
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