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Recuerdo aquellos Años, yo muy joven quizás 18 años, ya laboraba en la empresa en la que aun me encuentro en la actualidad,casualmente habia suspendido temporalmente mis estudios por asentarme es este trabajo, se pueden imaginar? tenia un sueldo que muchos quisieran tener a esa corta edad, mí rutina laboral era de lunes a viernes, el sábado era un día totalmente libre para mi, jugar fútbol, ver televisión, sin ningún tipo de preocupación, no tenia ni enamorada, y lo mejor, con dinero en el bolsillo.
Uno de esos días sábados de relajo muy temprano me despertó mi padre, José Vela También, nombre que herede, y siguiendo la cadena nombre que también lleva mi hijo...
Mi viejo alto delgado con una taza de cafe caliente en mano se dirigio a mi...Picudo! voy a pintar una casa de dos pisos chamba para sábado y Domingo, acompáñame y la hacemos en un día...,
Yo aun inmerso en aquel reposo que me impedía todo movimiento voluntario, asumí lo que creía era un sacrificio, pues era Sábado, pero lo acepte, sin mucho entusiasmo claro, pero así fue, tenia que acompañar a mi viejo, además a el le gustaba verme jugar fútbol los domingos y no era justo que se pase un Domingo trabajando.
Después de enfundarme un Jean azul de los mas gastados que tenia y un polo negro que llevaba estampado la frase "El rock subterráneo ataca lima", prepare algunas cosas que iban a ser necesarias, las brochas, una escalera y algunas cosas mas que nos permitirian realizar la labor ese día, de esta forma partimos al lugar, que dicho sea de paso quedaba relativamente cerca,localidad de nombre José Gálvez, recuerdo que decidimos caminar,y mientras lo hacíamos podíamos apreciar un cielo azul despejado que anunciaba un día de mucho sol.. Nos jodimos picudo, va a haber un calor de mierd...me dijo.
Al llegar a nuestro destino, iniciamos el trabajo muy apresurados queríamos terminar todo ese mismo día, pues esa era la idea,despues de que mi viejo preparara la pintura dandole la tonalidad deseada, y los repartiera en baldes, iniciamos la labor..asi seguimos por casi cuatro horas, mientras agitabamos las brochas casi en un ritmo sincronizado,y paralelamente escuchaba las anécdotas repetitivas de mi padre, sentia que la mañana se hacia interminable, pues no soportaba el calor y el hambre, pues el desayuno había sido muy ligero, por ese motivo cuando mi viejo me dijo ..Picudo hora de almorzar, me sentí muy aliviado.
Llego la hora del refrigerio, la hora de comer!, la dueña de la casa quien tenia, en el primer piso un restaurante algo grande y amplio. Se asomo, era una mujer madura de rostro sombrío y duro, se presento con un vestido fúnebre de color plomizo, nos dirigió la mirada de una manera descortés, hasta despectivamente diría, dándose aires de una dama, distinguida, cuando en realidad reflejaba todo lo contrario, quizás por que trabajábamos para ella se daba ciertos aires, seguidamente ordeno a uno de sus mozos de esta forma: sirve Solo un menú para el operario! para el ayudante no hay!..Noo!..El ayudante era yo, el mozo obedeciendo la orden se acerco a nuestro lugar y sirvió el menú, derramando algo de sopa humeante en la mesa, si, asi como lo leen, un solo menú.
Lógicamente mi papa mostró preocupación y molestia por esa situación se puso de pie y quiso reclamar... tranquilo viejo le dije, mientas lo tomaba del hombro, luego me dirigí a la señora, la observe de pies a cabeza de manera desafiante, embozando una burlona sonrisa y le dije: señora podría llevarse este menú? esta comida no le gusta a mi papa, ha! me limpia la mesa también y me trae la carta por favor..ya con la carta en mano, y sintiendo la mirada de la susodicha,con intenciones de decirme algo,la ignore por completo, luego me dirigí a mi viejo y le dije pide lo que quieras no te preocupes yo pago.
Disfrute cuando la antipática mujer con características de esas actrices malvadas de alguna telenovela, reproducia la figura de alguien que había perdido la facultad de hablar.
Comimos muy bien, no lo puedo negar, y como para seguir demostrándole a la "señora" que debería actuar de buena forma y tener compostura, le pague con un billete grande, y finalice diciéndole: tómese su tiempo yo espero por el vuelto, ya se pueden imaginar que ella no me daria el vuelto, enviaria al mozo.
En la tarde proseguimos con el trabajo, mi viejo sonreía pero no me hacia ningún comentario de lo acontecido, cuando finalizamos el trabajo, Sentí nuevamente esa sensación agradable e indescriptible que me causaba las veces que observaba a mi padre limpiando y lavando sus herramientas al final de una jornada laboral
Antes de marcharnos mi papa le solicito a la dueña el dinero por sus honorarios, a lo que la mujer accedió en forma silenciosa, no sin antes lanzarme una mirada con mucha indignación y enojo, es mas hasta juraría con un Apetito o deseo de venganza, lo que ella no sabia es que nunca mas me volvería a ver.
Mientras retornábamos caminando a casa, observando aquella geografia en la actualidad modificada por el inoxerable paso del tiempo, podiamos apreciar como ya el sol disminuia su esplendor anunciando su retiro, generando un cielo rojizo, mientas sentiamos ambos un viento fresco sobre nuestros rostros, pude apreciar algo que quedo por siempre registrado en mi mente, aquella sonrisa de mi viejo, y su frase,
La jodiste a la vieja picudo!
Mi Viejo!