Cuando somos niños, y asistimos por primera vez a nuestra escuela, convivimos y conocemos a nuestras primeras compañeritas, las observamos y siempre nos atrae alguna de ellas, es una atracción tan inocente, tan pura, que queda marcado siempre en el resto de nuestras vidas, pero es distinto cuando ya uno es un adolescente, la atracción por una compañera de aula es algo que se podría definir mas apasionada, te nace ya otra intención, quizas tenerla en tus brazos, de besarla, de decirle a todos que es tu chica, te crees todo un hombre cuando ni siquiera llegas a los 15 años, soy de las personas que en la adolescencia cuando sentia atracción por alguien del sexo opuesto, simplemente lo callaba, lo ocultaba, no se si eso era correcto o incorrecto, lo cierto es que incluso hasta me hacia el indiferente, muchas veces cuando era joven y una chica me gustaba les decía a mis amigos "le voy a aplicar la ley de la indiferencia" pensando así equivocadamente que llamaría la atención, que tendría buenos resultados, mas de una vez perdí muchas chicas por esa bendita "ley de la indiferencia" creía que haciéndome el interesante los resultados de mi estrategia como galán serian fructíferos para mi, cuando en realidad con aquella actitud el que finalmente sufría la indiferencia era yo.
Recuerdo aquella compañera, cursaba conmigo el Tercero de secundaria, si alta delgada de labios finos, pelo corto, vestía siempre aquella casaca azul con líneas amarillas, y las iniciales en la parte posterior INAG, que aun no se que significaba, quizás algún día se lo pregunte, no se por que al escuchar la canción del italiano Humberto tozzi - mama maremma, me llegan a la mente sus imágenes, viéndola en el patio de mi colegio con su uniforme impecablemente blanco de Educación Física, jugando con mis demás compañeras, era como una imagen o una proyección de una película, donde ella corría, en cámara lenta mientras el viento desordenaba sus cabellos junto a su sonrisa, que e mi mente destellaban un sin fin de luces multicolores, para mi era la niña mas linda del mundo, fantasía pura, estuve completamente atraído por ella, pero como les comente al inicio, nunca se lo confesaría.
Su ubicación en el aula era en la ultima carpeta, al lado de la fila mía, recuerdo haberle echo algunos dibujos en su cuaderno, cosa que de seguro ella no lo recuerda ni en lo mas mínimo, otra de las imágenes que tengo grabadas era cuando ella al escuchar las clases tenia la costumbre de ponerse el lapicero en la boca, no se si, esta bien decirlo pero a los 14 años la veía tan sensual, tan irresistible, lo único que se me paso por la mente fue, hurtarle ese lapicero, tenerlo para siempre, que sea solo mió, como si una parte de ella me perteneciera, y eso fue lo que hice en un día común de clases ante un descuido de ella tome ese lapicero, es cierto me sentí un vil ladrón, sobre todo si se lo hacia a ella, pero estaba seguro que valdría la pena, cuando ella reacciono, con su cara de molestia, que no le quitaba lo linda que era, preguntaba a todos, si alguien lo había tomado, fue la única vez que me resulto positivo "la ley de la indiferencia" pues al acercarse a preguntarme a mi, le dije no se..Yo no he visto nada...
Pueden creer que hasta el dia de hoy conservo aquel lapicero? claro que le di muchos besos por que sus labios habían rosado el mismo infinidad de veces, ese lapicero aun esta en los recuerdos mas preciados que guardo.
Bueno el tiempo paso todos mis compañeros después de terminar la secundaria tomaron rumbos diferentes, ella viajo al exterior, como otros, yo aquí en provincia por trabajo, siempre me pregunte que habra sido de ella, algún día la volveré a ver? se habrá casado? Cuantos hijos tendra?
Hasta que llego el verano del 2009 si, en uno de esos viajes que realice a Lima para ver a mi familia sucedió lo que pense era una polibilidad muy remota,ella también visitaba Lima, después de estar mucho tiempo en el extranjero, venia a reencontrarse con los suyos ,agradable y esperada coincidencia, no lo podría creer la vería después de casi 25 años, lógicamente la reunión no fue una exclusividad de los dos, si no de varios compañeros de aquella promoción escolar, la cita se dio en una cevicheria de un compañero nuestro, tenia tanta curiosidad por verla, pero como siempre nunca fui evidente,la conexion se realizo con una llamada de uno de mis amigos, confirmo que estaria con nosotros en 15 minutos,asi fue, al verla llegar la vi muy guapa,logicamente ya no era la niña de 15 años pero mantenía aun ese rostro y esa sonrisa, que tanto en un pasado lejano me había cautivado.
Lo mas sorprendente, era que después de compartir, algunos platos de ceviche, diversas anecdotas y también las infaltables cervezas, mas de uno le comentaba que ella era la chica conla que hubieran querido estar, pero de algo estoy seguro ella en el tiempo de la secundaria se había percatado siempre de como ellos la miraban, pero estoy seguro que de mi, ni la mas remota idea, por eso quedo muy sorprendida de lo que confesé en ese momento, si, una confesión que demoro casi 30 años, la situacion fue mas o menos asi: primero le dije que recordaba la fecha de su cumpleaños, luego cual era su signo zodiacal, le hable de la casaca azul con rayas amarillas que ella usaba frecuentemente, empezó a darse cuenta de lo que le quería decir, pero la sorpresa no era solo de ella , si no de todos lo compañeros que estaban allí presentes, hasta creo que genere un silencio confuso con toda esta conversación, cuando finalmente le manifesté, que en el año 1979 hurte su lapicero y es mas aun lo conservo, ya la cosa fue clara y convincente.
Se pueden imaginar que esto genero un sin fin de comentarios, que alargaron un poco mas ese reencuentro, de ex compañeros de aulas Cuando llego la hora de la despedida, le di un fuerte abrazo, un abrazo que quise darle hace mucho tiempo, luego le dije: amiga disculpa si te he incomodado; ella me dijo: para nada velita al contrario me has halagado, seguidamente volví a ser por unos momentos el adolescente de antes, pues no pude preguntarle algo que quería saber... o sea si me hubiera aceptado en tiempos de colegio, le prometi devolverle su lapicero, pero saben? despues lo pense, y dije, ese lapicero para ella quizas no signifique nada,puede terminar en cualquier rincon de su casa, pero para mi significa un bonito recuerdo,me pertenece ahora, asi que decidi guardarlo y mantenerlo conmigo.
EL 20 de Agosto la salude por su onomástico por medio de un correo electrónico, quizás si esta modernidad, del Internet hubiera existido en nuestros tiempos de adolescentes, le hubiera dicho lo que siempre calle, pero ahora logicamente eso ya no se puede dar, ya no es el momento, es como un libro del cual el ultimo capitulo fue escrito hace ya mucho tiempo.
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