martes, 21 de julio de 2015

Hotel Capsula

Eran inicios de los años 90, fue mi amigo y compañero de trabajo Arturo Puente, quien había renunciado al trabajo y meses después emprendió una aventura, viajar a buscar su destino nada menos que a un país muy lejano, Japón.

Una vez que estuvo establecido en dicho país me llamo y me dijo, Pepe vente! te envió los pasajes, te doy tu bolsa de viaje y aquí me pagas en partes te aseguro que en unos meses estarás muy bien establecido en el aspecto económico, ganas no me faltaron, pero una situación muy personal me impedía dejar mi país, no lo hice, Arturo me conto que Japón es país fascinante en el que se encuentran soluciones alucinantes para situaciones realmente muy particulares.

Mi amigo me dijo ¿Sabes lo que es un hotel capsula? claro que yo no tenía ni idea de que me hablaba pero luego me explico, dicen  que los metros y trenes de Tokyo dejen de circular entre la medianoche y una de la madrugada, y no hay mas servicio hasta las cinco o seis de la mañana. Y eso tiene consecuencias indeseadas para esta ciudad tan grande.  Tokio tiene más de 13 millones de habitantes y la cifra aumenta cada año.

Todos los días, los trabajadores oficinistas como nosotros (cuando trabajábamos en Lima) usan el metro o el ferrocarril para llegar a su puesto de trabajo. Muchos de ellos si salían realmente tarde de la oficina, o si con sus compañeros de trabajo iban a tomar unos tragos para descargar tenciones, podían ocurrir dos cosas: que lleguen a tiempo de subirse a uno de los últimos trenes o no, incluso me cuenta el tren puede quedarse parado en la vía porque para los horarios los japoneses son más suizos que los suizos. 

¿Dónde alojarse en una abarrotada y cara ciudad en esas circunstancias? Hacer virtud de la necesidad es lo que debió pensar al arquitecto que creó el primer hotel capsula, investigando encontré que fue un tal Kisho Kurokawa en el año 1979 , un alojamiento que sirve básicamente para pasar la noche, o unas pocas horas de descanso, y donde la habitación es una “cápsula” según dicen es como un ataúd de unos 2m x 1m x 1,25m debajo, o encima, de otra cápsula similar, a la que se accede por la zona en un pasillo donde hay filas de cápsulas similares.



En un Hotel Capsula se ofrecen servicios como saunas, máquinas de refrescos y comidas y el interior de las cápsulas suele tener cable, aire acondicionado y acceso a Internet. Para pasar sólo unas horas no suena tan mal ¿verdad?

Quizás si me iba con Arturo al Japón a pesar que sufro de claustrofobia tendría que estar dispuesto a probar algo así durante mi estancia , no por quedarme tarde a juerguear si no quizás por el trabajo, pues dicen que allá el 100% del tiempo es dedicado especialmente al trabajo, si hubiera aceptado la oferta de mi amigo de seguro que  hubiera sido sumar una nueva y extraña experiencia más.




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